La biografía de Kobe Bryant incluye ya otro dato que ilustra su grandeza: Es oficialmente miembro del Salón de la Fama.
Y tiene bastante compañía de elite en la generación del 2020, quizá la mejor de la historia.
Bryant, quien murió en un accidente de helicóptero el 26 de enero, encabeza junto con Tim Duncan y Kevin Garnett un grupo de nueve personas anunciadas el sábado como nuevas integrantes del Naismith Memorial Basketball Hall of Fame.
“Un grupo asombroso”, dijo Duncan.
Todos ingresan al recinto en su primer año como finalistas, al igual que la estrella de la WNBA Tamika Catchings.
Otros tuvieron que esperar un poco más para recibir la buena noticia.
El entrenador Rudy Tomjanovic, dos veces campeón de la NBA, ingresa finalmente, al igual que Kim Mulkey, exentrenadora del equipo femenino de la Universidad Baylor, la ganadora de 1.000 partidos Barbara Stevens, de Bentley, y el tres veces entrenador en la final universitaria Eddie Sutton.
Fueron los ocho finalistas anunciados en febrero. El panel de 24 votantes que fueron encargados de decidir quién merecía la distinción los seleccionó a todos.
También encaminado al Salón de la Fama este año está el exsecretario general de FIBA Patrick Baumann, seleccionado directamente por el comité internacional.
“Él fue el jefe de la FIBA y ésta fue una forma de homenajearlo”, dijo el presidente del Salón de la Fama Jerry Colangelo. “Fue algo especial hecho por ese comité”.
Bryant murió unas tres semanas antes de que el Salón de la Fama dijese _como si persistiese alguna duda_ que él iba a ser finalista. Duncan y Garnett también eran considerados seguros: ambos participaron en 15 Juegos de Estrellas, mientras que Bryant estuvo en 18.
La muerte de Bryant fue parte de un año duro para el baloncesto.
El comisionado emérito de la NBA David Stern muró el 1 de enero, Bryant y su hija Gianna estuvieron entre nueve muertos en un accidente del helicóptero y la NBA tuvo que paralizar su temporada el 11 de marzo debido a la pandemia de coronavirus.
“Obviamente hubiéramos querido que él estuviese con nosotros para celebrar”, dijo Vanessa Bryant, viuda de Kobe, durante la transmisión por ESPN. “Pero es definitivamente la cumbre de su carrera y cada logro que tuvo como deportista fue un escalón para estar aquí. Estamos increíblemente orgullosos de él”.
Bryant ganó cinco títulos con los Lakers de Los Ángeles, el miso total de Duncan con los Spurs de San Antonio.
“Ésta es una generación increíblemente especial, por muchas razones”, destacó Colangelo.
Garnett es el único jugador en la historia de la NBA con al menos 25.000 puntos, 10.000 rebotes, 5.000 asistencias, 1.500 tapones y 1.500 robos de balón. En el 2008 ganó el título con los Celtics de Boston.
“Es la culminación”, dijo Garnett. “Todas esas horas… es por lo que lo haces, aquí. Poder ser llamado miembro del Salón de la Fama lo es todo”.
Duncan se pasó toda su carrera con los Spurs y ahora está de regreso con ellos como asistente del entrenador Gregg Popovich.
“Es el final de la travesía”, dijo Duncan. “Fua una carrera increíble que disfruté mucho. Decir que es un sueño hecho realidad no hace justicia. Nunca soñé que estaría aquí”.
Duncan, Garnett y Bryant en muchas formas fueron jugadores similares: la longevidad de sus carreras, los impresionantes números, la inclusión casi perenne en las listas de premios. Además, compartieron una aversión a promover sus logros personales.
Pero llegar al Salón de la Fama habría conmovido a Bryant, dicen los que le conocieron.
“Nadie lo merece más”, dijo la dueña y presidenta de los Lakers Jeanie Buss.
El gerente general y ex agente de Bryant, Rob Pelinka, dijo: “Todos nosotros podemos decir con confianza que este honor del Salón de la Fama es algo que Kobe apreciaría y apreciará”.
Catchings fue elegida 10 veces al Juego de Estrellas de la WNBA y conquistó cuatro oros olímpicos.
Tomanovich tenía un apoyo abrumador de sus colegas en la NBA, quienes no podían entender por qué tardó tanto su elección. Como jugador, fue cinco veces al Juego de Estrellas. Como estratega, guio a Houston a títulos consecutivos y condujo a la selección estadounidense al oro olímpico en Sydney 2000.
“Es un momento que da miedo, y las familias están rotas por esta pandemia. Es maravilloso lograr ahora algo positivo”, dijo Tomjanovich.
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